Síntomas de la menopausia cada mujer es única, pero no estás sola
Síntomas comunes, con diferentes intensidades
La menopausia está relacionada con fuertes cambios hormonales en el cuerpo de las mujeres, que a menudo conducen a síntomas del síndrome menopáusico. Los síntomas pueden comenzar mucho antes de la menopausia, en el período perimenopáusico, y pueden durar muchos años después de la menopausia.
Según varios estudios, hasta el 90% de las mujeres en Europa experimentan síntomas, y alrededor del 50% de ellas informan de síntomas molestos1. La naturaleza de los síntomas puede variar significativamente de un grupo racial a otro, de una cultura a otra y de una mujer a otra.
Síntomas físicos
Entre los síntomas más comunes de la menopausia se encuentran (para las mujeres caucásicas)1:
- Sofocos (~ 9 mujeres de cada 10)
- Sudores nocturnos (~ 6 mujeres de cada 10)
- Trastornos del sueño (~ 6 de cada 10 mujeres)
- Sequedad vaginal (3-4 de cada 10 mujeres)
- Disfunción sexual (2-3 de cada 10 mujeres)
La lista anterior no es de ninguna manera exhaustiva. Otros síntomas comunes incluyen palpitaciones repentinas y fuertes, dificultades para concentrarse, pérdida de memoria, dolor en las articulaciones o varios síntomas al mismo tiempo. Durante la menopausia, las mujeres también pueden experimentar hipertensión y aumento del colesterol. En el caso de síntomas repetidos, es necesario ponerse en contacto con un profesional de la salud, recibir un diagnóstico y establecer un plan de atención.
La gravedad de los síntomas, o la percepción de los mismos, también puede variar en las mujeres dependiendo de su edad, ocupación y dieta. Curiosamente, el panorama es muy diferente en las culturas asiáticas (como China o Japón), donde las mujeres experimentan menos sofocos que sus contrapartes occidentales, pero sufren más de dolores de cabeza y escalofríos, mientras que en Nigeria: dolor en las articulaciones y problemas de memoria. Los investigadores especulan que la menor cantidad de sofocos en las mujeres japonesas podría deberse, en parte, a la alta ingesta de soja, una rica fuente de fitoestrógenos, en la dieta tradicional japonesa. De hecho, los sofocos aparecen durante la menopausia, cuando los niveles de estrógeno disminuyen y afectan a los mecanismos de control de la temperatura corporal de las mujeres: es como si un termostato tuviera un rango más estrecho de cambios de temperatura que puede tolerar, de modo que nuestro cuerpo intenta “enfriarse” teniendo un sofoco en respuesta a pequeños cambios en nuestro cuerpo y en nuestro entorno que antes habrían pasado desapercibidos3. Por lo tanto, obtener mayores niveles de estrógeno de los alimentos podría ayudar a compensar el estrógeno perdido debido a la menopausia.
Cada mujer experimentará los síntomas físicos, su duración y su intensidad a su manera. La ciencia sugiere que las diferencias en el estilo de vida, el número de hijos, la dieta, la actividad física y la raza pueden influir en la forma en que el síndrome menopáusico afecta la vida de una mujer. Cada uno tiene su propia historia.
Trastornos cognitivos
Aparte de los trastornos puramente físicos, las mujeres también pueden sufrir trastornos cognitivos. Cuando los niveles de estrógeno disminuyen durante la menopausia, la actividad cerebral puede verse afectada. Esto resulta en pérdida de memoria, menor capacidad de concentración, sentirse perdido en situaciones familiares y muchas otras afecciones.
Además, los síntomas físicos pueden afectar las capacidades cognitivas. Por ejemplo, la privación prolongada del sueño y los sudores nocturnos que se experimentan comúnmente durante la menopausia pueden provocar una fatiga prolongada. Esto puede provocar irritabilidad, ansiedad constante y, en última instancia, depresión. La imprevisibilidad de los sofocos y la incapacidad de controlarlos pueden afectar la confianza en uno mismo, lo que posiblemente conduzca a un aumento de la ansiedad.
Una mujer que sufre de estos síntomas no debe guardárselos para sí misma, sino hablar a su alrededor y consultar a un médico. Existen soluciones, tanto médicas como de estilo de vida. Un profesional de la salud le ayudará a establecer un plan de atención médica.